domingo, 12 de octubre de 2008

A primera hora

Hoy es uno de esos días en los que al levantarme el dolor de espalda puede conmigo, y las fuerzas se me escapan al desperezarme. Has sido mi primer recuerdo aunque la cama estuviera vacía, y un destello rojo ha pasado volando, rápido, en sentido contrario.

¿Será cierto que nuestros caminos han tomado direcciones distintas? Después de tantos esfuerzos, después de tantas ganas, ¿hemos podido desaparecer? Nunca se sabe las vueltas que dará la vida, hasta el mismo día en que hice la matrícula tampoco imaginaba que mi vida pasaría por la dura prueba de Castellón. A qué buena hora no fui una niña bueeena...

Hoy empieza a ser un día como el año pasado por estas fechas, y eso me causa dolor. Cada día queda menos para que llegue la semana de bienvenida, Halloween y otro chorro de recuerdos. Si ahora ya deseo quedarme amnésica, no quiero que llegue ese momento, por favor. ¿Por qué no puedo olvidarme y en paz? Él sería más feliz, yo sería otra persona.

A clase. Por fin voy a ser buena e ir a todas las asignaturas. Mi circuito vital está trastocado y toda yo doy vueltas como si la derecha fuera arriba y la izquierda dar una vuelta de campana. ¿Alguien sabe de un juego online que entretenga mis pobres neuronas?

El día aún no ha empezado y ya tengo ganas de tomarme una pastillita mágica y volver a la cama, a dormir y a no soñar. Quiero ser un oso que hiverne y olvide todo lo que tenía el año pasado, o en su defecto que alguien se moleste en importarse por mí y cuidarme un poquito. Si es que yo no sé, ¿saben? Y tengo a mi madre un poco lejos...

¿No hay nadie que me valore lo suficiente como para hacerme un poquito de caso? Oh, qué rabia le estoy cogiendo a la humanidad entera.

No hay comentarios: