martes, 8 de julio de 2008

Edinburgh: alone

He estado a punto de salir. Tengo una habitación sin ventanas pero con dos puertas que no dan a ningún lado, porque no he de salir. Ni nadie ha de entrar.

Es este el momento en el que asimilo dónde estoy, en el que me pellizco y no despierto del sueño de haber acabado las clases, los exámenes, y por fin llegar al lugar donde tenía que ser todo better. Es en este preciso instante cuando siento que más allá de esta isla está mi familia, y los echo de menos; cuando quiero podeir ir y dar un paseo con mi madre, ver a mi sis o a mi abuela... Quiero encontrarme así, en una conversación esporádica y divertida, no dentro de estas paredes.

Desde nunca he tenido una gran facilidad para relacionarme con la gente. De hecho, hacer algo así me parece imposible. Pero quiero salir, quiero pasar tiempo, quiero que no parezca que me estoy haciendo cachitos por dentro.

No digo que no tengamos que pasar tiempo separados, cada uno con sus cosas, pero este viaje era para los dos y no quiero haberme esforzado para seguir tan encerrada como en Castellón. No te debería dar igual esto, porque yo intento que tú estés feliz a tu modo y lo justo sería que tú hicieras lo mismo conmigo. Ni lo leas, ni intentes sentirte culpable o mal. Las cosas son así y soy yo la que tengo que tragar, tragar... A veces me llaman comemierda.

Dijiste que no ibas a entrenar porque te sabía mal que yo me quedara aquí. ¿Por eso o porque querías pasar más tiempo con ellas? ¿Sabes que duele? ¿Sabes que después de la conversación de ayer no me parece justo? Ahora lo que echo de menos, más allá de todo lo que tengo aquí, es todo lo que me podía aliviar el dolor que tengo ahora y está tan lejos...

Far far away... too far for my arm, but I'm still wishing to hug them.

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