Se me hace muy extraño llegar a casa a una hora más o menos decente, encender el ordenador y ver cómo en España es de buena mañana. Vivo con la hora de allí, pero sin embargo cuando yo duermo ellos hacen la vida que la personas se molestan en hacer por las mañanas, y cuando me levanto para ellos es casi la hora de merendar.
Hoy ha sido un día productivo. Aunque no he visto el capítulo de Dollhouse en la tele, sé que el canal está ahí para cuando realmente no quiera esperar al maldito buffering de Hulu, cosa que me alivia. Pero quién va a quedarse en casa un viernes a las 9 en un país extranjero... Normalmente yo, pero no hoy. Quería experimentar, tenía ganas de ir a un chino. Puedo decir que, aunque era un buffet malote, ha sido de las mejores comidas chinas, ni en Chile, ni en Escocia, ni en España.
Algo bueno tendrán, al fin y al cabo.
Aunque sea poco.
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