sábado, 25 de julio de 2009

Un día para recordar

Cuando la gente le pregunte a Fran qué ha hecho el último día con Sara —o Defriki-chica, como me está apuntando él en estos instantes—, tendrá muchas y estrafalarias cosas que contar.

Para empezar melancolioso el día, hemos visto La tumba de las luciérnagas, una lacrimógena película de gente que, nada más empieza, ya sabes que están muertas. Y da pena. Tras otra peli más normal, hemos ido a que conociera a su pseudo-pariente y después al cine.

¿Y qué peli veríamos? Él proponía Harry Potter, porque en Kinépolis hay que ver una película con muchos efectos especiales para apreciar la magnificencia de la pantalla y lo cómodo de sus sillones —sí, nada como los efectos especiales en caso de acomodarte de verdad en sus butacas—, pero como él quería que fuera un día especial para , y yo necesitaba una peli de risa, hemos ido a ver Brüno. ¡Y qué sensación! Cada homosexual de este planeta se sentirá un poco orgulloso y un poco avergonzado, y cada hetero se reirá a la vez que acongojará.

La vuelta a casa, andando, ha estado curiosamente plagada de cucarachas y me he convertido en el hombre de la relación. Aún así, era un hombre muy femenino que le explicaba el funcionamiento de los támpax y compresas. Y al llegar a casa había una en las cortinas de mi cuarto.

Y todo este día debía ser único, cariñoso y dulce día, pero creo que al final sólo se ha quedado en inolvidable. Dosificaré mi cariño.

Algún día, si mira atrás y reflexiona, verá todos los pequeños —y a veces estrambóticos— detalles y se dará cuenta que le amo —y no es algo que diga mucho, y muchísimo menos lo escriba en un lugar público—.

Te voy a echar de menos, cariño.



1 comentario:

Zirta dijo...

Bonita manera de pasar el último día...
En mi "último" vimos Watchmen con la pandilla WEE en BCN :)
Ánimo Sara, un abrazo ><