Así empezó la historia en todo su esplendor de epicidad, pero en un momento dado hubo un crack en la bolsa, todos los bancos quebraron —las monedas de oro se desparramaron porque el cuero se había desgarrado— y un calamar gigante amenazaba con hacerme explotar al mayor estilo hentai.
¡Qué detalle TAN bonito que desearas inmortalizar ese preciso instante!
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