Costumbre

Estoy enferma. Es rarísimo que diga eso, creo que hace años que no me siento mala de verdad. Es un dato irrisorio, pero en fin, por eso estoy hoy, lunes, en casa y no en la universidad.

Hay muchas cosas que compartimos que ahora no tienen sentido, y ahora me pregunto qué cosas tenemos en común, después de todo, de un año juntos. Cuando estoy con él no sé qué decir, qué comentar, cómo comportarme... y después de todo lo que ha sucedido esta semana, a veces tengo muchos menos temas. Me gustaría poder ir con él a algún sitio diferente, compartir una buena charla y convencerme que todo pasó para siempre, pero eso a veces es complicado. Por eso me tenso y puedo parecer poco natural, pero no hay un lugar natural ahora para mí.

A más tiempo pasa y menos vueltas le doy a la cosa, más me calmo. Aun así, la costumbre me atosiga a cada instante, también hay veces que me apeteciera estar algo más cerca... pero ya está él ahí para pararme los pies. Y no, yo tampoco quiero en realidad. Sólo concentro mis fuerzas en que todo con él me importe lo menos posible, y no discutir ni tener malos rollos.

Con mis amigos la cosa cambia. Han habido cosas que no me han parecido bien, por lo tanto voy a dejar correr el aire. Si ellos están interesados, me llamarán para quedar. Si Copo le importa más que yo, no lo harán. Eso lo voy a dejar a su elección... pero si algo he aprendido estos días es que yo no valgo menos que él. Nunca.