martes, 15 de abril de 2008

Vaccum, vaccui

Hay quien dice que a más palabras pronuncias, más se pierde el mensaje a transmitir. No, en realidad nadie dice eso, creo que nadie más que yo.

Pero es esa sensación de haber malgastado palabras la que me estruja como una esponja, de haber malgastado pensamientos y sentimientos, de haberme quedado seca como un trapo al que no han usado en mucho tiempo. De repente, entonces, el agua retorna de color negro y parezco estar en una pequeña balsa en medio del océano intempestivo y tormentoso. Y allí en medio vas a hablar, y allí es cuando esa sensación de ya no tener qué decir te llena, como si ese agua negra fuera empapando la ropa, como si ese agua se filtrara y no te dejara sentir nada más. Sólo que has estado perdiendo valiosas palabras.

Yo ahora estoy vacía en medio de una tormenta de trabajos y, lo que aún peor, en medio de mi propia tormenta.

¡¡¡Que alguien me saque de aquí!!!

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