En casa, 20:10 pm. Sola.
¿Por qué no salir? ¿POr qué no dar una pequeña vuelta? No tengo con quien salir, a menos que una horrible reacción alérgica pueda calificarse de compañía. Llevo medio año aquí y he conseguido que una persona esté conmigo, nada más. Nadie con quien pasar los ratos muertos, nadie que me llame un día para aburrirnos juntos, contar chistes malos o simplemente estar ahí.
Definitivamente soy yo la rara. En Torrevieja, como todos eran tan raros como yo, me sentía bien. Ahora he vuelto al mundo de la talla 38, Zara, la responsabilidad y el botellón. No hay lugar para una excéntrica, olvidadiza y perezosa. ¡Y ahora enferma!
Quiero unos patines y mucho mundo para recorrer con ellos en estos momentos. Quiero tomarme una cervecita con un amigo y dejar de sentir estos picores que me matan.
Ya, dejo de rascarme y de escribir. Que os escriba otro si quiere.
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