lunes, 27 de agosto de 2007

Juego de besos

Una idea, sólo necesito una idea para recrearme en tus besos de nuevo. La calma ha llegado y soy capaz de sentirte aquí aunque todo un océano nos separe, sólo dame permiso para aparecer detrás de ti mientras trabajes y sin que te des cuenta rozar tus labios en el cuello.

Me gustan las pequeñas cosas que hemos creado entre ambos, el infatigable deseo de conseguir una armonía perfecta dentro de nuestras diferencias. Si eres tú el hombre de mi vida será la vida la que lo dirá, pero hay que luchar porque sea así, por el ambo entendimiento. A veces será difícil, pero no dejas que te inmuten esas cosas.

Empiezo a hablar del mismo modo práctico que tú, es divertido. Hacer algo para sentirte especial parece ser una sarta de recomendaciones y consejos. Mi intención era una vez más hacerte ver que te quiero. No hay modo de un Practicum ahora mismo, pero sí puedo hacerte recordar ese rincón que ambos convertimos en nuestro mundo poco a poco. Recordamos y creamos a partir de ahí una confianza veloz y endeble que fue creciendo a medida que pasaban los días y éramos el primer y el último rostro del día en ver. Fue todo raro, especial y divertido. Cuántas risas compartimos, cuánta ternura y reconocimiento. Podíamos no haber coincidido nunca, pero la casualidad hizo que nos conociéramos... y aquí estamos, dando una última oportunidad al mundo para que nos trate bien. Sí, eso es lo único que busco en ti.

Lo que más recuerdo del viaje es el momento de llegar e irme. En cuanto aterricé y te vi lo que primero pensé fue que eras un rabino judío, por tus 'pintas', pero luego apareció el brillo de esos ojos tuyos. El destino los había puesto ahí para que los contemplara, al igual que tus labios serían la fuente para saciar mi apetito de amor. No sabes cuán especial fue ese beso, llegar tu casa y ver la habitación con la que había estado soñando día a día, y tú en ella. Los dos. Ahora puedes pensar que compartimos piel, caricias, risas y pasión en tu cama. Puedes sentirte acompañado porque ahí estoy, ahí sigo aunque mi cuerpo se haya desvanecido.

La vuelta fue la ruptura con todo lo que me importa, para luchar por ti me va a dar fuerzas para todo. Cuánto deseaba un beso...

En defintiva, el contacto con el suelo que está al otro lado del planeta fue duro y firme, pero está hecho de otro material, de sueños. Lo que tengo bajo mis pies ahora sólo está compuesto de heridas y tierra.

No hay comentarios: