domingo, 29 de abril de 2007

Working

Media hora de libertad y... más horitas de sufrimiento. En el fondo esto no está tan mal, pero tiene unos cuantos inconvenientes que podrían echar abajo la fuente de ingresos tan preciada que es.

El primero es la pérdida de tiempo. Una hora para ir, otra para volver, y luego la realidad trabajada se reduce a tres, cuatro horas a lo sumo. El día se va al carajo (porque si sumamos... las cinco horitas no me las quita nadie, sin contar lo que tardo en cambiarme, en coger el metro, etc.) cuando debería estudiar, vaguear, dormir, salir con los amigos, dedicarme a mí misma. Lo que les costaría ponerme más horas, que no tuviera que andar pidiendo limosna como una vagabunda.

Como en todos los lados, además, hay gente de todo tipo. Las personas de verdad me alegran el día, me gusta que se preocupen por mí, pero la prepotencia y la superioridad se congregan en este trabajo, se encuentra a puñados bajo la máscara de gente del montón, y es algo que mi estómago no es capaz de digerir. Soy peculiar, lo reconozco... Creo que no encontrarás a muchas personas de mi calaña por ahí. ¿Peculiar significa intratable? Creo que en el diccionario no son siquiera sinónimos. Gracias a gente como David y Ana (¡!), Marian (¡!), las gemelas, Carlos, Manus, Miguel, Cristina, Maliya y Samuel (¡!)... y alguien más que seguro me dejo olvidado por ahí, por alegrarme cuando el día ha intentado hacerme las cosas imposibles.

Lo bueno viene a fin de mes, cuando tengo mi dinerillo extra en el banco. Te hace sentir un poquito mejor ver que las posibilidades se abren cuando tienes un euro de más, cuando puedes ser un poco más permisiva con los caprichitos. Para eso también me interesa trabajar más, si me dejan.

Y lo más importante, el cansancio. Cuando acabas tan reventada que no te sientes las piernas, sólo tienes ganas de dormir y descansar. ¿Qué importa que lleves 79 días sin ver a tu novio, y estés deseando arreglar las cosas de una vez? Nada, porque la cabeza sólo quiere descansar, soñar. Y tú sólo quieres dejarla respirar. Hasta es más fácil estudiar, porque los pensamientos no hacen huelga a la oriental, sino que se conforman con trabajar a la española: lo menos posible (xD).

Estamos rozando mayo, estoy rozando la mayoría de edad y el final del curso. Los exámenes se aglutinan y no quiero tener problemas.

¿Me harías el favor de volver ya, por favor? Te insto a que lo arreglemos, de una manera u otra. Gracia~~~~s ^^^.

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