Todo parece que esté enfermo y triste. Mis manos tiemblan y de los ojos cae agua. Es un quiero pero no puedo, dejar que las cosas fluyan no parece dar solución, porque mi cabeza sigue siendo un hervidero de pensamientos y recuerdos. Quiero tocarle y que todo esté bien entonces, porque puedo hacerle feliz.
A veces pienso que seguir así es como intentar que a un perro le salgan alas y se ponga a volar... Siempre está la posibilidad de subirlo en avión y hacer que mire por la ventanilla, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario