domingo, 4 de febrero de 2007

Ironías

¡Qué bien ha salido!

Las cosas han sido tan fáciles que parece mentira. Con menos de lo que esperaba he conseguido un bonito ático y, justo debajo, un local precioso. Aún me queda un poquito de dinero para comprar un par de libros y estrenar la estantería.

Todo huele a nuevo, entras y el sol siempre parece estar alumbrando un rinconcito de la sala. Pequeña y confortable, perfecta para mí y mi deseoso amor. Puedo oler el incienso de coco y sentir el calor de la estancia.

Sus brazos rodean mi cintura. Me besa el cuello y sopla en el oído.

- Demonio mío... -susurro.

- Ha quedado genial.

Me da la vuelta y besa los labios. Mi aura se va fundiendo con la suya, como tantas otras veces. Le estrecho fuerte en un instante inconmesurable. Fúndeme en tu pecho y déjame vivir dentro de tí para siempre.

...Es una pena que todo sean ironías...

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