Lo cierto es que todo sigue y sigue. El truco está en que cuando empiezas a encontrarle el sabor a las cosas, se van. Por eso que lo mejor es decir sí a todo, lanzarte a lo desconocido sin cuerda ni arnés. Que quede claro que tampoco hablo de no elegir locura, simplemente de no desaprovechar todo lo que esté a tu alcance.
Ayer descubrí que lo que para mí era sencillo, para los demás era difícil. ¿Y qué? Yo no puedo hacer mil cosas que los demás sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario