Hoy me ha golpeado la nostalgia. Después de toda una noche a medio morir, mirando el techo tan blanco, el cazasueños sin pilas, la luz encendida. Yo no sé dibujar, pero escribo y describo.
Yo sólo soy alguien que hoy no se quiere levantar de la cama, que no quiere mirar a su alrededor pero lo hace, y no ve a nadie otra vez. Ha de ser paciente, ha de pasar de todo, ha de dejar que todo fluya, pero también tiene ganas de luchar, y me apetece salir de la llanura e internarme aún más arriba.
No me puedo quejar, pero si no me quejara creo que dejaría de ser yo.
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