Esta letra nació de la necesidad de representar un nuevo sonido, inexistente en latín. A principios del siglo XII, los escribanos españoles empezaron a utilizar la tilde o acento gráfico (esa rayita ondulada situada encima de la letra) para simplificar las letras dobladas.
Determinados grupos consonánticos latinos como gn, nn o ni evolucionaron en las lenguas romances hacia un sonido nasal palatal. En cada una de estas lenguas se fue fijando una grafía distinta para representar este sonido: gn en italiano y francés, ny en catalán, nh en portugués. El castellano medieval escogió el dígrafo nn, que se solía representar abreviadamente mediante una sola n con una rayita más o menos ondulada encima; así surgió la ñ, adoptada también por el gallego.
La gran aceptación por este uso de la tilde en lugar de la duplicación de una misma letra, aumentó considerablemente con el tiempo y ya en el siglo XIV, la ñ era la única letra que se utilizaba en los casos de duplicación. Sus orígenes se pueden ver en distintas palabras como por ejemplo, el caso de año, que viene del annus latino con una n doble.
miércoles, 25 de junio de 2008
¡Qué idea!
Refresquémonos con Movistar y sus promociones... uno de los mejores anuncios del verano.
Esa canción existe de verdad, es de un cantante italiano que, una vez le dijeron que iban a hacer un 'remix' de su canción se apuntó el primero para ser el prota y pasárselo pipa. ¡Friki!
P.D. ¿Habría ido un intérprete detrás de él todo el día o entre españoles e italianos se entienden bien?
Esa canción existe de verdad, es de un cantante italiano que, una vez le dijeron que iban a hacer un 'remix' de su canción se apuntó el primero para ser el prota y pasárselo pipa. ¡Friki!
P.D. ¿Habría ido un intérprete detrás de él todo el día o entre españoles e italianos se entienden bien?
martes, 24 de junio de 2008
Ganas de ti
jueves, 19 de junio de 2008
Exceso de confianza
Es un casi-fin
Muchas cosas y al final ya ha pasado un año. Era un mero trámite, un tiempo más para aprender sobre mí misma y sobre todo lo que está alrededor. ¿Por qué todo el mundo se pasa la vida pensando, reflexionando? Mírame, en estos momentos lo estoy haciendo.
Creo que a veces los sentimientos no son más que notas de aburrimiento... creo que me siento tan aburrida conmigo misma que no puedo hacer otra cosa que sentirme triste. ¿Por qué? Pues porque me he vuelto blandita, porque siento pero no soy capaz de hablar de mí, no soy capaz de expresarme. Todos cambiamos con el tiempo y llega un punto que no sé si es para bien o para mal. Miro atrás y veo quién era, pero la gente que tengo a mi lado no puedo percibirlo.
Estoy mal, por otro lado, porque me veo como una manipuladora cuando yo soy la primera que escondo las debilidades para no sentirme culpable por ellas. Los demás no tienen por qué hacer lo mismo, y yo no tengo el derecho tener el martillo ajusticiador en mi mano.
A veces me gustaría ser alfarera y retorcar la vida de los demás. Y a veces sólo quiero un poco de cariño...
Me voy, con los ánimos destrozados y un gusto amargo en el interior. Ya no soy nadie.
Creo que a veces los sentimientos no son más que notas de aburrimiento... creo que me siento tan aburrida conmigo misma que no puedo hacer otra cosa que sentirme triste. ¿Por qué? Pues porque me he vuelto blandita, porque siento pero no soy capaz de hablar de mí, no soy capaz de expresarme. Todos cambiamos con el tiempo y llega un punto que no sé si es para bien o para mal. Miro atrás y veo quién era, pero la gente que tengo a mi lado no puedo percibirlo.
Estoy mal, por otro lado, porque me veo como una manipuladora cuando yo soy la primera que escondo las debilidades para no sentirme culpable por ellas. Los demás no tienen por qué hacer lo mismo, y yo no tengo el derecho tener el martillo ajusticiador en mi mano.
A veces me gustaría ser alfarera y retorcar la vida de los demás. Y a veces sólo quiero un poco de cariño...
Me voy, con los ánimos destrozados y un gusto amargo en el interior. Ya no soy nadie.
lunes, 16 de junio de 2008
Inútil
La primera nota... ¡En la frente!
Por medio punto no apruebo inglés. ¡Inglés, una troncal! No hay manera de salvar mi mal destino este año con los estudios. Estoy cayendo como una mosca, fsssssssssssss!
Mod: deprimida de cojones T_T. ¿Alguien me da una alegría? Quiero aprobados, please
Por medio punto no apruebo inglés. ¡Inglés, una troncal! No hay manera de salvar mi mal destino este año con los estudios. Estoy cayendo como una mosca, fsssssssssssss!
Mod: deprimida de cojones T_T. ¿Alguien me da una alegría? Quiero aprobados, please
jueves, 12 de junio de 2008
Obama could set an earthquake under the established electoral map
Esta es la noticia que me ha salido en el examen de traducción. Estaba algo retocado, ha añadido y quitado cosas... pero básicamente esto. Ahora estoy al día con el panorama electoral estadounidense =P.
Obama could set an earthquake under the established electoral map
He has roused black and young voters as never before, but he has to maintain the rest of the Democratic base
The Brazilian president, Luiz Inácio Lula da Silva, has a compelling personal and political biography. One of eight children, he could not read until he was 10, left school soon after and by the age of 12 was working as a shoeshine boy. Lula was instrumental in setting up his own leftwing political party, the Workers party, risked jail as a trade union organiser during the dictatorship and ran for president three times before he was finally successful in 2002, capturing the imagination and hopes of many Brazilians - albeit with a vastly watered-down programme.
Having finally won the presidency, a moment many of his supporters thought would never happen, he was then cruelly mugged. The invisible hand of the market grabbed him on his way to the inauguration and shook what was left of the socialism out of him. In the three months between his winning the vote and being sworn in, the nation's currency plummeted by 30%, $6bn in hot money had left the country, and some agencies had given Brazil the highest debt-risk ratings in the world.
"We are in government but not in power," said Lula's close aide, Dominican friar Frei Betto. "Power today is global power, the power of the big companies, the power of financial capital."
In any democracy the link between the electoral and the political is essential but not inextricable. Between the trappings of democracy and the trials of legislating, there is power. The balance, distribution and strategic exercise of it shapes the relationship between expectations and possibility, marking the distinction between being the will of the people and the work of government.
It is the very tension that lies at the heart of Barack Obama's candidacy and the energy it has unleashed. To attract 75,000 people to a rally, as he did in Portland, Oregon, recently, shows immense drawing power. The question is, what to do you say to them when they get there?
On the one hand, he has managed to articulate the aspirations of many people from whom we previously heard little, if anything, in American politics and mobilise them into a formidable voting bloc. On the other, the progressive forces that have gathered around him have now wedded themselves to a decidedly mainstream, tepid political agenda. Lula, at least, resisted the assaults on his base; Obama, at times, appears to embrace them.
That an Obama victory would mark a radical improvement on George Bush and be far preferable to John McCain, there can be no doubt. Electorally, that is important. But politically, it leaves open the question of whether he is prepared to adopt an ambitious programme that can address the mess he will inherit. Politically, this question could have been asked of any of his main Democratic rivals in the primaries, none of whom pursued radical agendas. But electorally, more has always been claimed of his candidacy and more has also been expected of it.
Let's start with the obvious. Electorally, Obama's nomination marks a truly exciting and historic moment in US history. In a nation that prides itself on relentless progress and social meritocracy, the symbolic importance of a black president can be over-exaggerated. But that does not mean it should be dismissed. He was born before he had the constitutional right to vote (secured by the 1965 Voting Rights Act), to mixed-race parents who did not have the constitutional right to marry (the supreme court only legalised miscegenation in 1967). His campaign represents a milestone in America's scarred racial landscape. Of the 10 blackest states, he won nine; of the 10 whitest, he won seven. He has broken a mould. And it can't be reset.
Moreover, his candidacy has sparked a realignment in the coalition of forces that comprise the Democratic party, by rousing dormant and ignored constituencies - notably the black and the young. The Democrats have consistently won the youth vote since 1992 but have failed to galvanise a sufficiently high turnout for it to be decisive. The black vote, on other hand, has long been both crucial and taken for granted. The party has only won the majority of the white vote in a presidential election once since the second world war. In the past, both groups were at best treated as junior partners and at worst simply forgotten.
Not any more. Obama's campaign helped raise the share of young people's (18-29) votes in the Democratic primary by more than 50% compared with 2004. Between them, the young vote and the black vote comprised 28.8% of the Democratic primary electorate in 2004. This year it was 35.1%. Their swelling numbers and contagious enthusiasm will give them considerable leverage within the party.
If - a big if - he can maintain the rest of the Democratic base, this could bring into play states like Virginia and North Carolina, which the Democrats have not won since 1964 and 1976 respectively. His candidacy could set an earthquake under the established electoral map.
He has also transformed the model for funding, creating a broad popular base of small donors. Unprecedented numbers of people have invested in him. The question is whether they will see a return.
The earliest signs have not been promising. The day after he clinched the nomination, he went with Hillary Clinton and McCain to genuflect before the pro-Israeli lobby to declare himself a "true friend of Israel". But good friends sometimes tell each other things they need to hear, even if they don't want to. America's uncritical support for these past eight years has been deeply unhealthy and has been neither in the interests of America or the Middle East. Correcting it is central to the US improving its dire standing in the Arab world and gaining international credibility in general - two things his supporters crave. Instead he pandered, stating that "Jerusalem will remain the capital of Israel, and it must remain undivided", and promising not to withdraw from Iraq until the conditions on the ground were right.
Meanwhile, the economy continues its precipitous decline. Unemployment is increasing, the dollar is slumping and inflation remains high. House prices are nosediving and fuel prices are skyrocketing. Each month more and more Americans find themselves at the precipice. One in 11 mortgages are either in arrears or foreclosure. More than one in six homeowners has negative equity or no equity in their house. By June, claims Moodys, that will rise to one in four.
Yet Obama refuses to call for a moratorium, an interest rate freeze or substantial government spending, preferring instead a tax credit for homeowners that would amount to little more than about $500, beyond which only some borrowers could get more help. Over-represented among these sub-prime borrowers are the very African Americans who have propelled him to victory.
The great thing about Obama's candidacy is that he has raised expectations about what American can be and do in a way that nobody else has or could in recent memory. Whether they develop into pressure or descend into cynicism is an open question. Will he be a vehicle for their hopes, or will they be a vehicle for his political ambition? The two are not mutually exclusive. But their connection is far from assured.
Obama could set an earthquake under the established electoral map
He has roused black and young voters as never before, but he has to maintain the rest of the Democratic base
The Brazilian president, Luiz Inácio Lula da Silva, has a compelling personal and political biography. One of eight children, he could not read until he was 10, left school soon after and by the age of 12 was working as a shoeshine boy. Lula was instrumental in setting up his own leftwing political party, the Workers party, risked jail as a trade union organiser during the dictatorship and ran for president three times before he was finally successful in 2002, capturing the imagination and hopes of many Brazilians - albeit with a vastly watered-down programme.
Having finally won the presidency, a moment many of his supporters thought would never happen, he was then cruelly mugged. The invisible hand of the market grabbed him on his way to the inauguration and shook what was left of the socialism out of him. In the three months between his winning the vote and being sworn in, the nation's currency plummeted by 30%, $6bn in hot money had left the country, and some agencies had given Brazil the highest debt-risk ratings in the world.
"We are in government but not in power," said Lula's close aide, Dominican friar Frei Betto. "Power today is global power, the power of the big companies, the power of financial capital."
In any democracy the link between the electoral and the political is essential but not inextricable. Between the trappings of democracy and the trials of legislating, there is power. The balance, distribution and strategic exercise of it shapes the relationship between expectations and possibility, marking the distinction between being the will of the people and the work of government.
It is the very tension that lies at the heart of Barack Obama's candidacy and the energy it has unleashed. To attract 75,000 people to a rally, as he did in Portland, Oregon, recently, shows immense drawing power. The question is, what to do you say to them when they get there?
On the one hand, he has managed to articulate the aspirations of many people from whom we previously heard little, if anything, in American politics and mobilise them into a formidable voting bloc. On the other, the progressive forces that have gathered around him have now wedded themselves to a decidedly mainstream, tepid political agenda. Lula, at least, resisted the assaults on his base; Obama, at times, appears to embrace them.
That an Obama victory would mark a radical improvement on George Bush and be far preferable to John McCain, there can be no doubt. Electorally, that is important. But politically, it leaves open the question of whether he is prepared to adopt an ambitious programme that can address the mess he will inherit. Politically, this question could have been asked of any of his main Democratic rivals in the primaries, none of whom pursued radical agendas. But electorally, more has always been claimed of his candidacy and more has also been expected of it.
Let's start with the obvious. Electorally, Obama's nomination marks a truly exciting and historic moment in US history. In a nation that prides itself on relentless progress and social meritocracy, the symbolic importance of a black president can be over-exaggerated. But that does not mean it should be dismissed. He was born before he had the constitutional right to vote (secured by the 1965 Voting Rights Act), to mixed-race parents who did not have the constitutional right to marry (the supreme court only legalised miscegenation in 1967). His campaign represents a milestone in America's scarred racial landscape. Of the 10 blackest states, he won nine; of the 10 whitest, he won seven. He has broken a mould. And it can't be reset.
Moreover, his candidacy has sparked a realignment in the coalition of forces that comprise the Democratic party, by rousing dormant and ignored constituencies - notably the black and the young. The Democrats have consistently won the youth vote since 1992 but have failed to galvanise a sufficiently high turnout for it to be decisive. The black vote, on other hand, has long been both crucial and taken for granted. The party has only won the majority of the white vote in a presidential election once since the second world war. In the past, both groups were at best treated as junior partners and at worst simply forgotten.
Not any more. Obama's campaign helped raise the share of young people's (18-29) votes in the Democratic primary by more than 50% compared with 2004. Between them, the young vote and the black vote comprised 28.8% of the Democratic primary electorate in 2004. This year it was 35.1%. Their swelling numbers and contagious enthusiasm will give them considerable leverage within the party.
If - a big if - he can maintain the rest of the Democratic base, this could bring into play states like Virginia and North Carolina, which the Democrats have not won since 1964 and 1976 respectively. His candidacy could set an earthquake under the established electoral map.
He has also transformed the model for funding, creating a broad popular base of small donors. Unprecedented numbers of people have invested in him. The question is whether they will see a return.
The earliest signs have not been promising. The day after he clinched the nomination, he went with Hillary Clinton and McCain to genuflect before the pro-Israeli lobby to declare himself a "true friend of Israel". But good friends sometimes tell each other things they need to hear, even if they don't want to. America's uncritical support for these past eight years has been deeply unhealthy and has been neither in the interests of America or the Middle East. Correcting it is central to the US improving its dire standing in the Arab world and gaining international credibility in general - two things his supporters crave. Instead he pandered, stating that "Jerusalem will remain the capital of Israel, and it must remain undivided", and promising not to withdraw from Iraq until the conditions on the ground were right.
Meanwhile, the economy continues its precipitous decline. Unemployment is increasing, the dollar is slumping and inflation remains high. House prices are nosediving and fuel prices are skyrocketing. Each month more and more Americans find themselves at the precipice. One in 11 mortgages are either in arrears or foreclosure. More than one in six homeowners has negative equity or no equity in their house. By June, claims Moodys, that will rise to one in four.
Yet Obama refuses to call for a moratorium, an interest rate freeze or substantial government spending, preferring instead a tax credit for homeowners that would amount to little more than about $500, beyond which only some borrowers could get more help. Over-represented among these sub-prime borrowers are the very African Americans who have propelled him to victory.
The great thing about Obama's candidacy is that he has raised expectations about what American can be and do in a way that nobody else has or could in recent memory. Whether they develop into pressure or descend into cynicism is an open question. Will he be a vehicle for their hopes, or will they be a vehicle for his political ambition? The two are not mutually exclusive. But their connection is far from assured.
miércoles, 11 de junio de 2008
Pijama
Quiero pasarme la vida metida en esta tela holgada y dulce que me acompaña. Aquí dentro no me siento ni gorda ni delgada, soy yo cómoda y feliz. Me gustaría poder salir así a la calle, no tener que quitármelo ni para lavarlo porque siempre esté limpio. Con una camiseta cualquiera, desgastada y ancha y los mismos pantalones, es como llevar la casa a cuestas.
Me siento caracol con mi caparazón del que no quiero salir. Cuando salgo de casa soy vulnerable, pero vuelvo y todo está bien. Bienestar y alivio.
Me siento caracol con mi caparazón del que no quiero salir. Cuando salgo de casa soy vulnerable, pero vuelvo y todo está bien. Bienestar y alivio.
martes, 10 de junio de 2008
Gilipollas
Hay veces que tengo decepciones por gilipollas... pero cariño, contigo llevo el cartel pegado a mi pecho todo el tiempo.
viernes, 6 de junio de 2008
Uno, dos, tres... (I)
La venda tenía el tacto del terciopelo. Si hubiera cerrado los ojos sin más no habría podido sentirme tan segura en un ambiente más relajado.
- Para abrir tu regalo sólo has de esperar que cuente hasta tres y estiras de la cinta para acercar el paquete hacia ti.
- ¿Y si lo estiro antes?
- No encontrarás nada, cariño, porque aún no lo he atado.
- ¿Es eso o un truco para que no estire antes de tiempo?
- Bueno, piensa lo que quieras...
- ¡Va, cuenta!
Uno...
...dos...
...¡tres!
Busqué el agradable tacto y estiré. Una cajita cayó en mi regazo. Desaté la venda y abrí el envoltorio burdeos. Dentro había un pequeño corazón de peluche.
- Te amo, cariño. ¡Qué tres segundos tan largos me has hecho pasar!
- Para abrir tu regalo sólo has de esperar que cuente hasta tres y estiras de la cinta para acercar el paquete hacia ti.
- ¿Y si lo estiro antes?
- No encontrarás nada, cariño, porque aún no lo he atado.
- ¿Es eso o un truco para que no estire antes de tiempo?
- Bueno, piensa lo que quieras...
- ¡Va, cuenta!
Uno...
...dos...
...¡tres!
Busqué el agradable tacto y estiré. Una cajita cayó en mi regazo. Desaté la venda y abrí el envoltorio burdeos. Dentro había un pequeño corazón de peluche.
- Te amo, cariño. ¡Qué tres segundos tan largos me has hecho pasar!
Silencio por un poeta muerto
"La poesía es la última religión que nos queda. Si hay un juicio final, será ante ella".
Ayer jueves 5 de junio, en horas de la noche, falleció a los 69 años el poeta venezolano Eugenio Montejo, quien había sido hospitalizado desde la semana pasada en el Centro Policlínico Valencia, de la capital del estado Carabobo, donde se encontraba en terapia intensiva a causa de un cáncer en el estómago que lo aquejaba desde hacía varios meses.
Nacido en Caracas en 1938, se caracterizó por la rica gama textual y el gran dominio de las formas, constituyéndose en un gran representante de la poesía suramericana. Publicó, entre otros, los poemarios Élegos (1967), Muerte y memoria (1972), Algunas palabras (1977), Terredad (1978), Trópico absoluto (1982), Alfabeto del mundo (1986), Adiós al siglo XX (1997), Partitura de la cigarra (1997) y Papiros amorosos (2002), así como los libros de ensayo La ventana oblicua (1974), El taller blanco (1983) y El cuaderno de Blas Coll (1981). Su más reciente poemario, Fábula del escriba (2006), fue publicado en España y México, pero no ha sido reproducido editorialmente en Venezuela, como tampoco sus obras completas.
Montejo fue fundador de la revista Azar Rey, cofundador de la revista Poesía, de la Universidad de Carabobo (UC), casa de estudios que, al igual que la Universidad de los Andes (ULA), le confirieron el doctorado honoris causa a este hombre de letras como un modesto homenaje a su trayectoria literaria.
También fungió como investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) y colaboró de manera cercana con gran cantidad de revistas nacionales y extranjeras, trayectoria que le valió el Premio Nacional de Literatura en el año 1998. En octubre de 2005 obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, donde pronunció su discurso “Honor, alegría y responsabilidad”, una semblanza de su vida artística.
Quizás su obra logró la mayor trascendencia fuera de las fronteras venezolanas con la mención que de un poema suyo hace el actor Sean Penn en la película 21 gramos, del director mexicano Alejandro González Iñárritu: “La tierra giró para acercarnos / giró sobre sí misma y en nosotros / hasta juntarnos por fin en este sueño”, fue el extracto de los versos que dieron la vuelta al mundo a través de la pantalla grande.
Montejo recibió importantes galardones por su obra literaria y sirvió en el campo diplomático como embajador en Lisboa durante varios años, tiempo en que se convirtió en especialista de la obra de Fernando Pessoa.
Justamente de Pessoa tomó la afición por los heterónimos, y con el de Eduardo Polo publicó el poemario para niños Chamario (2004), editado por Ekaré e ilustrado por Arnal Ballester. Esa “poesía para chamos”, y de allí el título, se caracteriza por la ruptura con las convenciones, como por ejemplo la rima, que respeta y destruye al mismo tiempo: “Un niño tonto y retonto / sobre un gran árbol se montó. / Con su pelo largo y rubio / hasta la copa se subió”; el juego con las palabras: “La bici sigue la cleta / por una ave siempre nida / y una trom suena su peta... / ¡Qué canción tan perseguida!”.
Recientemente, Montejo también mostró su preocupación por la situación de la literatura en el país, en el marco de la Revolución Bolivariana. A pocos días del incidente entre el presidente Hugo Chávez y el Rey de España, el escritor declaró que en Venezuela existía una “censura velada” a los medios de comunicación y una “situación poco favorable para los intelectuales”. Denunció que Chávez impulsaba la “literatura propagandística” y que “ha retirado su apoyo a todas las editoriales que no comulgan” con sus ideas.
Ayer jueves 5 de junio, en horas de la noche, falleció a los 69 años el poeta venezolano Eugenio Montejo, quien había sido hospitalizado desde la semana pasada en el Centro Policlínico Valencia, de la capital del estado Carabobo, donde se encontraba en terapia intensiva a causa de un cáncer en el estómago que lo aquejaba desde hacía varios meses.
Nacido en Caracas en 1938, se caracterizó por la rica gama textual y el gran dominio de las formas, constituyéndose en un gran representante de la poesía suramericana. Publicó, entre otros, los poemarios Élegos (1967), Muerte y memoria (1972), Algunas palabras (1977), Terredad (1978), Trópico absoluto (1982), Alfabeto del mundo (1986), Adiós al siglo XX (1997), Partitura de la cigarra (1997) y Papiros amorosos (2002), así como los libros de ensayo La ventana oblicua (1974), El taller blanco (1983) y El cuaderno de Blas Coll (1981). Su más reciente poemario, Fábula del escriba (2006), fue publicado en España y México, pero no ha sido reproducido editorialmente en Venezuela, como tampoco sus obras completas.
Montejo fue fundador de la revista Azar Rey, cofundador de la revista Poesía, de la Universidad de Carabobo (UC), casa de estudios que, al igual que la Universidad de los Andes (ULA), le confirieron el doctorado honoris causa a este hombre de letras como un modesto homenaje a su trayectoria literaria.
También fungió como investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) y colaboró de manera cercana con gran cantidad de revistas nacionales y extranjeras, trayectoria que le valió el Premio Nacional de Literatura en el año 1998. En octubre de 2005 obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, donde pronunció su discurso “Honor, alegría y responsabilidad”, una semblanza de su vida artística.
Quizás su obra logró la mayor trascendencia fuera de las fronteras venezolanas con la mención que de un poema suyo hace el actor Sean Penn en la película 21 gramos, del director mexicano Alejandro González Iñárritu: “La tierra giró para acercarnos / giró sobre sí misma y en nosotros / hasta juntarnos por fin en este sueño”, fue el extracto de los versos que dieron la vuelta al mundo a través de la pantalla grande.
Montejo recibió importantes galardones por su obra literaria y sirvió en el campo diplomático como embajador en Lisboa durante varios años, tiempo en que se convirtió en especialista de la obra de Fernando Pessoa.
Justamente de Pessoa tomó la afición por los heterónimos, y con el de Eduardo Polo publicó el poemario para niños Chamario (2004), editado por Ekaré e ilustrado por Arnal Ballester. Esa “poesía para chamos”, y de allí el título, se caracteriza por la ruptura con las convenciones, como por ejemplo la rima, que respeta y destruye al mismo tiempo: “Un niño tonto y retonto / sobre un gran árbol se montó. / Con su pelo largo y rubio / hasta la copa se subió”; el juego con las palabras: “La bici sigue la cleta / por una ave siempre nida / y una trom suena su peta... / ¡Qué canción tan perseguida!”.
Recientemente, Montejo también mostró su preocupación por la situación de la literatura en el país, en el marco de la Revolución Bolivariana. A pocos días del incidente entre el presidente Hugo Chávez y el Rey de España, el escritor declaró que en Venezuela existía una “censura velada” a los medios de comunicación y una “situación poco favorable para los intelectuales”. Denunció que Chávez impulsaba la “literatura propagandística” y que “ha retirado su apoyo a todas las editoriales que no comulgan” con sus ideas.
jueves, 5 de junio de 2008
Calecho en la tetería
- ¿Hoy no tardaremos mucho en irnos, verdad?
- No, vamos a cenar y volvemos, que mañana tengo examen pronto.
* * *
Eso iba a ser así, estaba segura de ello, pero el postre se alargó muchas horas. Al principio fue una conversación extraña de aerodinámica con Santiago, el argento-camarero, pero más adelante María se sentó junto a mí y de forma natural la conversación fue dispersándose. Ella y yo hablamos de sentimientos, del pasado, de la vida, de los hijos y de nosotras mientras que ellos ocupaban temas como el cine, las armas y... seguro que algo más. Ambos temas eran interesantes, pero yo necesitaba identificarme con el tema de mujeres.
Quiero momentos donde demostrar de nuevo el cariño que le tengo a mucha gente, no quiero seguir encerrada en mí misma, o insegura; echo de menos a mi madre, a mi querida madre. Ayer noche me di cuenta cuántas cosas he aprendido de ella, cuán unidas estamos y lo importante que es ella para mí: lo más importante.
Parece una tontería pero pensar que las cosas no volverán a ser como antes hace que se me forme un nudo en la garganta y me entren ganas de llorar. Quizá sea egoísta, porque ahora nuestras vidas han dado un cambio radical y sé que ella es más feliz que antes, pero a veces me apena no irme a la cama con ella como hacíamos, reñir por lo desordenada que soy o salir por ahí a cenar, hablar siempre de todo en cualquier lado, cantar Fito de camino a Villablino a grito y reír por cualquier tontería.
También quiero que vuelva mi Sis, pero esta vez para quedarse. Con miaus incluidos.
Ay, qué noche de palabras...
Para entretenerse en clase
A mí más que los movimientos del tio me encanta el boli. ¿Alguien sabe dónde conseguir uno así? Bueno, y si depaso viene con destreza ++... por mí encantà =D (entrada sosa, estoy de exámenes... no se me puede pedir mucho más)
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martes, 3 de junio de 2008
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